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De aprender a leer a Aprender leyendo
La lectura es mucho más que un conjunto de habilidades mecánicas; es el fundamento del aprendizaje y del pensamiento crítico. En el Colegio Mozart, inspirados en diversas teorías pedagógicas sobre la lectoescritura, creemos que la lectura no solo debe enseñarse como una habilidad técnica, sino como una herramienta para comprender y transformar el mundo.
En las primeras etapas, durante el preescolar y los primeros grados de primaria, adoptamos un enfoque basado en la conciencia fonológica y el enfoque constructivista de Piaget. Los niños no solo memorizan sonidos y letras; construyen activamente su conocimiento mediante la interacción con textos, imágenes y experiencias del mundo que los rodea. Este enfoque les permite integrar el significado de las palabras y asociarlas con su vida cotidiana.
A medida que nuestros estudiantes avanzan, nos basamos en la teoría de Vygotsky y su zona de desarrollo próximo (ZDP). Según Vygotsky, el aprendizaje se da a través de la interacción social y el diálogo con otros. Por eso, en nuestro colegio fomentamos la lectura compartida y el debate entre pares. A través de la lectura en grupo, los estudiantes no solo aprenden de los textos, sino que también aprenden unos de otros, desarrollando habilidades sociales y cognitivas que fortalecen su comprensión lectora.
Cuando nuestros alumnos llegan a secundaria y preparatoria, el enfoque cambia hacia la lectura crítica inspirada en la pedagogía crítica de Paulo Freire. En este nivel, la lectura se convierte en un acto reflexivo y transformador. Los estudiantes no solo leen para adquirir información, sino que cuestionan, analizan y evalúan los textos desde una perspectiva crítica. Freire sugiere que la lectura no debe ser pasiva, sino un proceso activo de construcción de significado que les permita convertirse en ciudadanos conscientes y críticos de su entorno.
De aprender a leer en los primeros años, nuestros estudiantes pasan a aprender leyendo, una práctica que les proporciona autonomía y poder. Invitamos a los padres a participar activamente en este proceso, no solo apoyando en casa, sino también dialogando sobre lo que sus hijos leen y aprenden. Así, juntos, creamos una comunidad de aprendizaje donde la lectura es vista como una herramienta de cambio personal y social, inspirada en los principios humanistas que guían nuestro proyecto educativo.
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